jueves, 22 de mayo de 2008

Allí donde no pasa nada (Para J.)

       Que pasa mientras no pasa nada...Que está sucediendo en ese obscuro e ignorado intervalo de tiempo, mientras uno en su descuido se sumerge en ese estado de inercia contemplativa de si mismo y de su propia situación, pensando para si, que no sucede nada, nada nuevo en tu vida, nada en ese momento.
      Puede pillarte un día cualquiera, tal vez en tu casa, tirado en el sofá, tal vez dando una vuelta mientras observas como proliferan este año las amapolas en el campo, pero lo que está claro es que por tu mente, insistente, ronda la idea de que nada nuevo pasa, un día, otro y otro mas, presientes, sabes exactamente a donde te llevarán tus pasos, a quien te vas a encontrar en el café, quien conversará contigo un rato, para decirte casi casi lo mismo de siempre, con quien dormirás esa noche, o con quien no.
      Entre tanto tu das por pasado un día mas, un día como cualquier otro, sin mas novedades ni deseables, por carencia imaginativa o quien sabe si pudor o por el mero miedo a desear, ni indeseables, qué miedo también. El existir se ha convertido en inocua rutina,convalecencia deseada, plenitud de carencia.
Pero en ese momento en que uno, aun sea por insana necesidad de automatismo, de vincularse a lo estúpidamente conocido, le surge el pensamiento, la angustia, la terrible idea: Vivir un mismo día todos los días de la vida...no debe preocuparte demasiado...allí donde no puedes ni saberlo: algo si está sucediendo.

sábado, 10 de mayo de 2008

Adolescencia plástica

        ¡¡Que bien!! . Entré por casualidad en la página de Punset y me entero de que "Redes" vuelve. Me encanta. No controlo mucho, más bien muy poco los asuntos que trata pero con su programa he pasado gratos momentos y me he iniciado en temas de divulgación científica que de otro modo ignoraría.
       La lectura de la sinopsis de lo que será el contenido del primer programa es el motivo e inspiración de este post. Además de interesante, el tema, me temo, va a poner los pelillos de punta de todos los amantísimos papis y mamis que en el mundo han sido. Lo que dice es que se ha comprobado un aumento de la plasticidad neuronal durante la adolescencia, en la que además de sufrirse una crisis se produce una transformación de primer orden en los ámbitos de lo social, fisiológico, mental y emocional, debido en parte a la cultura digital y etc... Hasta ahí todo muy bien, y visto desde una mirada ingenua es un hecho fascinante que augura un desarrollo intelectual que nos va a dejar "kaos" a sus amorosos progenitores e incluso antecesores simples sin prole. Bueno, pues fenomenal, es de lo mas deseable que los humanos nos superemos a nosotros mismos generación tras generación, aunque no se sepa muy bien en qué campos... (Ujumm,ujummm...este asunto me daría pie hasta para un subpost dentro del post y mejor será que lo deje para otro día).

        A lo que iba con los espeluznos y tiriteras varias es que una de esas transformaciones es el "alargamiento significativo del periodo de la adolescencia al anticiparse unos cuatro años la madurez sexual y prolongarse varios años la etapa de dependencia familiar". ¡¡HORROR!!. Ahí ha hundido el dedo en la llaga: No es mojigatería, su madurez sexual me importa un huevo de codorniz; lo verdaderamente temible es eso de la prolongación de la dependencia familiar. Que yo digo, en caso de que sea inevitable, y tal como están las cosas eso parece ;¡Por Dios! cuanto mas maduritos todos casi que mejor.

     Pero la cosa sigue:"se ha generado un tiempo mas que suficiente para desarrollar una cultura y manera de ser diferenciada de la adolescencia". ¡Que guay! : Más coña, porque esto es algo así como lo de "pero, doctor, doctor, la pierna de cordero ¿es cordero?. La adolescencia, y de eso todos sabemos bien, siempre fue peculiar, diferenciada y con una cultura e incluso contracultura propia que habitualmente suele resultar un coñazo para el resto de los mortales.
Personalmente recuerdo mi adolescencia plástica como uno de los periodos más "marrones" y petardos de mi vida, no solo para mí sino para los sufrientes cercanos que no les quedó más remedio que "hacerme seguimiento".
Me queda por decir que, posiblemente… ¡que digo! , con certeza absoluta: la incipiente e incluso amenazante plasticidad adolescente habrá de generar en sus familias loables, profesores y allegados una no menos rauda e incipiente evolución en la plasticidad cerebral y un buen uso de las neuronas que aun nos queden vivas, para desarrollar todo tipo de estratagemas y ardides para que no tengamos que soportar por mas tiempo que el necesario tan innecesario e injusto castigo de la naturaleza.
La paradoja final es que aun y con estas no puedo evitar dedicar a tan abrumador periodo de nuestras vidas un temita bastante afin: