sábado, 10 de mayo de 2008

Adolescencia plástica

        ¡¡Que bien!! . Entré por casualidad en la página de Punset y me entero de que "Redes" vuelve. Me encanta. No controlo mucho, más bien muy poco los asuntos que trata pero con su programa he pasado gratos momentos y me he iniciado en temas de divulgación científica que de otro modo ignoraría.
       La lectura de la sinopsis de lo que será el contenido del primer programa es el motivo e inspiración de este post. Además de interesante, el tema, me temo, va a poner los pelillos de punta de todos los amantísimos papis y mamis que en el mundo han sido. Lo que dice es que se ha comprobado un aumento de la plasticidad neuronal durante la adolescencia, en la que además de sufrirse una crisis se produce una transformación de primer orden en los ámbitos de lo social, fisiológico, mental y emocional, debido en parte a la cultura digital y etc... Hasta ahí todo muy bien, y visto desde una mirada ingenua es un hecho fascinante que augura un desarrollo intelectual que nos va a dejar "kaos" a sus amorosos progenitores e incluso antecesores simples sin prole. Bueno, pues fenomenal, es de lo mas deseable que los humanos nos superemos a nosotros mismos generación tras generación, aunque no se sepa muy bien en qué campos... (Ujumm,ujummm...este asunto me daría pie hasta para un subpost dentro del post y mejor será que lo deje para otro día).

        A lo que iba con los espeluznos y tiriteras varias es que una de esas transformaciones es el "alargamiento significativo del periodo de la adolescencia al anticiparse unos cuatro años la madurez sexual y prolongarse varios años la etapa de dependencia familiar". ¡¡HORROR!!. Ahí ha hundido el dedo en la llaga: No es mojigatería, su madurez sexual me importa un huevo de codorniz; lo verdaderamente temible es eso de la prolongación de la dependencia familiar. Que yo digo, en caso de que sea inevitable, y tal como están las cosas eso parece ;¡Por Dios! cuanto mas maduritos todos casi que mejor.

     Pero la cosa sigue:"se ha generado un tiempo mas que suficiente para desarrollar una cultura y manera de ser diferenciada de la adolescencia". ¡Que guay! : Más coña, porque esto es algo así como lo de "pero, doctor, doctor, la pierna de cordero ¿es cordero?. La adolescencia, y de eso todos sabemos bien, siempre fue peculiar, diferenciada y con una cultura e incluso contracultura propia que habitualmente suele resultar un coñazo para el resto de los mortales.
Personalmente recuerdo mi adolescencia plástica como uno de los periodos más "marrones" y petardos de mi vida, no solo para mí sino para los sufrientes cercanos que no les quedó más remedio que "hacerme seguimiento".
Me queda por decir que, posiblemente… ¡que digo! , con certeza absoluta: la incipiente e incluso amenazante plasticidad adolescente habrá de generar en sus familias loables, profesores y allegados una no menos rauda e incipiente evolución en la plasticidad cerebral y un buen uso de las neuronas que aun nos queden vivas, para desarrollar todo tipo de estratagemas y ardides para que no tengamos que soportar por mas tiempo que el necesario tan innecesario e injusto castigo de la naturaleza.
La paradoja final es que aun y con estas no puedo evitar dedicar a tan abrumador periodo de nuestras vidas un temita bastante afin:


6 comentarios:

Rumbonín dijo...

Instrucciones para echar de casa a un adolescente.

Habrá observado el lector que en casi todas las casas del primer mundo, normalmente en un rincon de la cocina, hay un practico artilugio, al que llamaremos escoba para evitar posibles confusiones, y que consiste en un cepillo enroscado a un mango, en las clasicas de madera, en las mas actuales suele ser de aluminio hueco. El dicho artilugio nos va a ser muy util para la tarea que vamos a acometer.
Asiendo la escoba por el susodicho mango y tras alzarla a una altura de unos 50 cm sobre el suelo, le imprimiremos un energico empujón hacia delante hasta alcanzar la parte trasera y mas o menos protuberante, a la que llamaremos culo, del adolescente en cuestión. Se repetira este gesto tantas veces como fuera necesario, pudiendo intercalar frases como "A la puta calle" o "tarugo/a" dependiendo de la tozudez del sujeto al que se quiere hacer entender la nueva situación familiar.

Rumbonín dijo...

Peazo video!!!!

"On the dry and dusty road
The nights we spend apart alone
I need to get back home to cool cool rain
I can't sleep and I lay and I think
The night is hot and black as ink
Oh God, I need a drink of cool cool rain"

¿Se puede decir más con menos?
Y los riffs de guitarra que se van intercalando con las frases...Para que hablar; ¡Que lirismo!¡Que pureza!¡Que.... huuff!...

Anónimo dijo...

hola rumb, lo del uso de la escoba para uso iniciático de la madurez me parece una idea realmente revolucionaria e innovadora. Podría servir de relanzamiento comercial del artefacto en cuestión, ahora que el pobre esá cayendo en desuso:patenta la idea que igual te contratan de creativo.
Gran temazo preciosisimo, yes, a mi me pone los pelos de punta siempre que lo escucho, canción imprescindible en nuestra vida, sin lugar a duda!

Rumbonín dijo...

Hombre, yo pienso que la táctica del escobazo limpio es mas bien arraigada tradición patria. pero en este ignorante siglo 21 si que puede que resulte innovadora.

En cuanto al temazo, ya te digo, rayaito tengo el vinilo tras largos años de pertinaz escucha:-)

Anónimo dijo...

Personalmente no tengo nada que añadir acerca de las tácticas a emplear para convencer a un adolescente de que cierre la puerta de casa por el lado de fuera; en las anteriores entradas ha quedado clara cuál es la modalidad a seguir por lo que no agregaría nada novedoso.
No, yo más bien quiero fijar mi atención en la cuestión de la ampliación (o extensión o dilatación o alargamiento) de la adolescencia. Más en concreto en la idea que reside bajo ese hecho: la adolescencia se está expandiendo. Inquietante, sumamente inquietante.

Anónimo dijo...

Me parece a mí que esas "nuevas" tácticas e instrumentos de los que habláis no van a ser buenos.

Os lo digo por experiencia propia. Mi madre me estuvo dando escobazos hasta que murió, y no logró echarme de casa.

Ahora que lo pienso... Igual no es que quisiera echarme de casa, es que se quería ir ella, y por no conseguir echarme, y por orgullo, se murió.

Moraleja: tú dale a tu hijo escobazos, que seguro que mueres tú antes que ellos jejejeje.